Este libro de Alfonso de Vicente contiene dos estudios de caso de recepción de obras de Tomás Luis de Victoria -la música de Victoria en la Capilla Real de Madrid y los Responsorios dispuestos a 4 voces por D. Diego Llorente y Sola-. El objeto principal de este estudio es el interés por las fuentes musicales y, más concretamente, las fuentes manuscritas.
Las fuentes principales seleccionadas para estos dos estudios pertenecen en su mayor parte al siglo XVIII y algunas datan del XIX. El análisis de su contenido muestra la realidad de cómo se escuchaba la obra de Victoria en un lugar y momento determinados, y cómo esas tradiciones perduraron a lo largo de los siglos y mantuvieron viva esta música. La transmisión de estas fuentes manuscritas de los siglos XVII, XVIII y XIX permitió que esta música se adaptara igualmente a las novedades y cambios de gusto. El estudio y análisis de estas fuentes manuscritas nos muestran qué obras pervivieron y cuáles reaparecieron por modas e influencias. Qué obras y en qué condiciones es lo que se intenta demostrar Alfonso de Vicente.
Y es que Tomás Luis de Victoria es parte también de la música del siglo XVIII español, como lo es del XIX y el XX. En palabras de Alfonso de Vicente «el conocimiento de las características formales y técnicas de las copias dieciochescas de Victoria […] es el primer paso para una auténtica historia de la recepción […], que habrá de tener en cuenta el contexto histórico concreto en que se escribieron todos y cada uno de estos códices. Sin pretender negar el objetivismo que supone el conocimiento de las ediciones preparadas por el propio Victoria, y sin que sepamos cuál fue el uso que se hizo de ellas en las capillas españolas, los manuscritos (testimonio del interés real que despertaron estas obras) presentan casos singulares harto diferentes y significativos» (pp. 12-13)