Intérpretes: The Sixteen, Harry Christophers
Discográfica:Coro
Última entrega de Harry Christophers y The Sixteen protagonizada en exclusiva por la música de Tomás Luis de Victoria. Aprovechando la conmemoración del IV Centenario de la muerte del compositor, esta excelente agrupación se suma a una nueva forma de aproximarse a la producción musical del polifonista que se ha generalizado en los últimos diez años: reunir en en un único registro obras relacionadas, pero NO por situarse en un mismo ámbito litúrgico, ni geográfico, formal o cronológico, no, son obras que se asocian exclusivamente por su contenido temático. En el caso que nos ocupa, el vínculo discursivo se establece gracias a los textos de devoción mariana, textos por los que Victoria sentía una preferencia perfectamente contrastada por los investigadores.
Así, encontramos en este registro la antifonas Alma Redemptoris – publicada en 1572 – y Salve Regina – publicada por primera vez en 1576 – ambas escritas para cinco partes junto a la Missa Alma Redemptoris Mater publicada en la extraordinaria serie de composiciones a dobles y tiples coros publicadas por el maestro en 1600. Esta Misa está compuesta a ocho partes distribuídas en dos coros con acompañamiento de órgano opcional del que Christophers prescinde decantándose por la versión a cappella ( dieciocho voces mixtas adultas: seis sopranos, cuatro altos, cuatro tenores y cuatro bajos) y es una lástima, pues esas ambiciosas composiciones, cuya personalidad sonora aspira ya al Barroco y empuja la praxis y la sintaxis musicales hacia adelante, se caracterizan por una monumentalidad y una aspiración dramática que se echan de menos en este registro cuya escucha resulta plana en las dinámicas y poco arriesgada en el marco conceptual: echamos de menos esos sutiles matices y contrastes que la puesta en escena de esta música anhela y para los que son imprescindibles los ministriles.
Por lo demás y como siempre, la interpretación de los Sixteen es correcta en lo vocal y cuidadosa con la filogogía – especialmente hermosa es la lectura de los cortes 9 y 5, Sanctus y Alma Redemptoris Mater – pero no lo suficiente, no podemos interpretar al Victoria maduro y precursor de igual forma que aquel Victoria de los comienzos que se empapaba en Roma del lenguaje polifónico internacional del Renacimiento.
INÉS MOGOLLÓN