«Nuestro número extraordinario.
Este número extraordinario de Ritmo, dedicado al Centenario inaugural de TOMÁS LUIS DE VICTORIA, presbítero de Ávila y músico de todo el mundo, sale a la luz por iniciativa espontánea y por la protección generosa del Ilmo. Sr. Subsecretario del Ministerio de Educación Nacional, D. Jesús Rubio, inspirador de este cuarto Centenario del Abulense, que ahora se abre para culminar, gracias a las investigaciones emprendidas con este motivo, en el año preciso de su nacimiento glorioso, que pronto quedará fijado, si Dios quiere.
La Dirección de esta Revista ha invitado a sus mejores colaboradores, entre los que más se han distinguido en el estudio y dirección de la figura y de las obras de Victoria a participar en este homenaje, primer recuerdo del nuevo período abierto a la investigación y al estudio definitivo del inmenso polifonista español. No ha impuesto un cierto orden obligado a las colaboraciones, para dejar ancho margen a la espontánea efusión de cada uno. Por eso, faltará en ellas un calculado escalonamiento de materias y de puntos de vista analíticos que completen el estudio, extensísimo de suyo, de la obra, más que de la vida, del inmortal Victoria; pero aquí quedará firmemente asentada una cosa: la admiración que en España se siente por aquel gran genio de nuestra raza en estos momentos en que se quiere, con mayor entusiasmo que nunca, el resurgimiento de los valores que labraron la grandeza de España» (Palabras de la dirección de la revista acerca de este número extraordinario dedicado a Victoria. Revista Musical Ilustrada Ritmo, vol. 11, nº 141, diciembre de 1940, p. 3)
«Las ideas estéticas de Victoria las conocemos por lo que nos dicen las dedicatorias que encabezan las ediciones de sus obras, y por estas mismas composiciones, que no son otra cosa que una aplicación de los principios ideológicos que han orientado al compositor.
Para mejor apreciar el peso que estas ideas estéticas han ejercido en la obra musical de Victoria, hay que tener en cuenta los elementos que se conjugaron en la formación de su personalidad artística. En Victoria hay, pues, que considerar al músico y al sacerdote, hay que conocer las influencias de la mística y del arte sobre un temperamento tan exquisitamente sensible como el suyo» (Fragmento del artículo de David Pujol. «Ideas estéticas de T. L. de Victoria», Revista Musical Ilustrada Ritmo, vol. 11, nº 141, diciembre de 1940, pp. 80-81)