Ponencia leída en la Conferencia «European Sacred Music, 1550-1800. New Approaches» celebrada del 9-12 de junio de 2010 en Friburgo. Actas no publicadas.
El objetivo de este trabajo es sugerir nuevos enfoques de un punto crítico en la historiografía de la música sacra europea: lo que antes se llamaba, la «polifonía romana clásica». Durante mi investigación para un libro sobre Victoria (Tomás Luis de Victoria. Palermo: L’ epos, 2008), me di cuenta de que existe una serie de lagunas cruciales en nuestro conocimiento de la música sacra de los siglos XVI y XVII que se derivan principalmente de la escasez de estudios monográficos recientes sobre el maestro español y, más aún, sobre Giovanni Pierluigi da Palestrina. Un enfoque meramente gramatical a la música de este último ha sido, paradójicamente, la lápida del análisis palestriniano: y su estilo sigue siendo, desde el punto de vista más amplio, un gran desconocido. ¿Qué sabemos, por ejemplo, acerca de su proceso creativo, sus pequeñas y grandes estrategias formales, la función de creación de forma de estructuras tonales, la definición de los modelos de composición en una perspectiva orientada a la historia de las especies –Gattungsgeschichte-? ¿Cómo podemos explicar los factores importantes, como las corrientes de intertextualidad que fluyen y de su música, la influencia de la retórica y el fondo espiritual personal y colectivo en el contexto dinámico de la post- tridentina Roma? Voy a argumentar que existe una necesidad urgente de una nueva síntesis sobre la vida y obra de Palestrina y Victoria: una investigación innovadora centrada en sus cifras nos dará nuevas respuestas (y probablemente nuevas preguntas) sobre problemas como el papel de la intertextualidad en repertorios sacros, el ascenso de la policoralidad romana, el contraste entre el conservadurismo y la innovación en la música de la generación siguiente y la fisonomía de Roma, en general, como un centro de producción de música sacra.
(Resumen del artículo «Where has classical polyphony gone? Working on Palestrina and Victoria today»)